Oyó el trueno, amenazador. No le gustó nada. Odiaba el agua. Odiaba sentir su pelo normalmente sedoso, normalmente lustroso, mojado y pegado a su cuerpo. La humedad no iba con él. Se apresuró, corrió, no sabía hacia donde. Por fin vio un refugio. El coche acababa de aparcar. Dio un salto y se metió debajo. El agua ya caía a chorros.
Del motor emanaba un calorcito agradable. Se estiró, se relamió todo el cuerpo y se durmió calentito. Se durmió feliz.
2 comments:
¡¡Oooooh!! Qué mono :)
El gatito de la foto es clavado a Baileys. Si hasta he pensado: mira, si me ha cogido la cámara cuando no estaba y le ha hecho bonitas fotos!! :)
Espero que siempre haya refugios así, calentitos =)
Un besoo! Y sigue escribiendo, que me encanta ;)
QUÉ BONITOOOO!
ME HA ENCANTAADO
YA ME LO HABÍAS LEIDO UNA VEZ, PERO NO ME ACORDABA MUCHO. ES PRECIOSO.
y el gato de la foto muy bonito, pero mejor la nuestra ;)
besitoos!
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